Playas secretas en Asturias para disfrutar sin multitudes

Playas secretas en Asturias para disfrutar sin multitudes

¿Buscas naturaleza y silencio, el sonido del Cantábrico y el verde de los prados sin gente alrededor? Asturias es un paraíso de calas escondidas, acantilados con encanto y rincones costeros poco conocidos donde todavía es posible disfrutar del mar con calma. En esta guía encontrarás playas secretas y apartadas, consejos prácticos para llegar y disfrutar con seguridad, y una selección de miradores y sendas costeras que te regalarán paisajes inolvidables. Sigue leyendo para descubrir el lado más sereno del norte de España.

Por qué Asturias es ideal para encontrar playas secretas

La costa asturiana alterna grandes arenales con pequeñas ensenadas, playas de cantos rodados y canales marinos encajados entre acantilados. Esta geografía, junto con una presión turística más moderada que otros litorales, hace posible hallar espacios tranquilos incluso en verano si eliges bien el lugar y la hora. Además, muchos accesos requieren un pequeño paseo por prados, bosques de eucaliptos o caseríos, lo que filtra las multitudes y preserva el ambiente salvaje.

Cómo planificar tu visita sin sorpresas

  • Consulta las mareas: en el Cantábrico la diferencia entre marea alta y baja puede ser grande. Algunas calas desaparecen con pleamar. Revisa Puertos del Estado o apps de mareas.
  • Meteorología y oleaje: el mar de fondo puede complicar el baño. Evita acercarte a los rompientes o a la base de los acantilados con oleaje fuerte.
  • Accesos y calzado: muchos senderos son de tierra o con piedra suelta. Usa calzado cerrado y lleva agua, gorra y protección solar.
  • Servicios: las playas más tranquilas suelen no tener socorrista ni chiringuitos. Planifica comida, sombra y vuelta con tiempo.
  • Respeto ambiental: son entornos frágiles. No dejes residuos, no arranques flora dunar y respeta posibles cierres por nidificación del chorlitejo patinegro.

Calas escondidas y playas secretas por zonas

Playa de La Canal (Villanueva de Pría, Llanes)

Una joya geológica: un canal marino estrecho que se adentra entre paredes calizas y forma una pequeña playa al fondo. Es un lugar único y, en días de mar tranquilo, el agua adquiere tonos turquesa.

  • Por qué te encantará: paisaje kárstico, sensación de refugio y aguas claras.
  • Acceso: desde el entorno de Villanueva de Pría, por sendero sencillo entre prados (aprox. 10–15 minutos). No hay servicios.
  • Consejo: ve con marea baja o media; con pleamar el arenal se reduce mucho.

Playa de Buelna (Llanes)

Pequeña cala de arena fina, enmarcada por rocas y prados. Frente a la orilla emerge el famoso farallón calizo conocido como El Picón, que da un carácter fotogénico al conjunto.

  • Por qué te encantará: ambiente íntimo y paisaje de postal.
  • Acceso: a pie desde el pueblo de Buelna por camino corto y fácil. Aparcamiento limitado.
  • Mejor momento: primeras horas de la mañana o al atardecer; marea baja para ganar espacio.

Playa de Ballota (Llanes)

Amplio arenal dorado frente al islote de Castro, con menos servicios que las playas vecinas y, por ello, más calma fuera de agosto.

  • Por qué te encantará: horizonte abierto, prados verdes sobre acantilados y agua limpia.
  • Acceso: por pista asfaltada y tramo final a pie. No suele haber chiringuitos; lleva provisiones.
  • Extra: combina la visita con el mirador de La Boriza, que encuadra Ballota y Andrín.

Gueirúa (Santa Marina, Cudillero)

Más que una playa, un anfiteatro de roca con agujas afiladas y lajas pizarrosas que emergen con marea baja. Es un rincón silencioso, ideal para fotografía y para contemplar el poder del Cantábrico.

  • Por qué te encantará: paisaje dramático y texturas rocosas únicas.
  • Acceso: sendero en descenso desde el núcleo de Santa Marina; firme irregular. Sin servicios.
  • Seguridad: no es un lugar de baño cómodo; atención al oleaje y a las rocas resbaladizas.

Playa de Oleiros (Cudillero)

Una cala semicircular resguardada por acantilados cubiertos de vegetación, de aspecto salvaje y aguas limpias.

  • Por qué te encantará: sensación de aislamiento, paisaje intacto y tranquilidad.
  • Acceso: sendero entre arbolado con tramos de escaleras; calzado adecuado recomendable.
  • Mejor época: entre junio y septiembre, evitando horas centrales; en primavera y otoño suele estar casi vacía.

Playa del Silencio (Castañeras, Cudillero)

Conocida por su curva perfecta de cantos rodados y paredes de pizarra. Aunque es famosa, conserva momentos de calma si eliges bien el horario.

  • Por qué te encantará: estética minimalista, aguas transparentes y un entorno sin edificaciones.
  • Acceso: descenso por escaleras desde el aparcamiento superior. No hay servicios.
  • Cuándo ir: amanecer o atardecer, y fuera de agosto si buscas silencio absoluto.

Playa de Barayo (entre Valdés y Navia)

Parte de una reserva natural donde las dunas, la marisma y el arenal conviven en estado casi virgen. Uno de los mayores santuarios de tranquilidad de la costa occidental.

  • Por qué te encantará: paisaje de estuario, aves y dunas intactas.
  • Acceso: senderos señalizados desde los extremos del estuario; paseo de 20–30 minutos. No atravieses zonas dunares fuera de los caminos.
  • Normas: respeta la señalización; hay tramos donde es habitual el nudismo.

Playa de Cambaredo (El Franco)

Una cala amplia de cantos rodados enmarcada por paredes rocosas. Su acceso por una larga escalinata la mantiene poco concurrida.

  • Por qué te encantará: ambiente salvaje, grandes rocas y cielos abiertos.
  • Acceso: escaleras pronunciadas; evita chanclas. Sin servicios.
  • Consejo: mejor para descansar y contemplar que para nadar si hay mar de fondo.

Playa de Pormenande (El Franco)

Pequeña ensenada con un islote cercano y un dique natural que crea aguas más calmadas que en otras zonas abiertas.

  • Por qué te encantará: rincón recogido y fotogénico, ideal para una parada tranquila.
  • Acceso: a pie por camino corto desde el aparcamiento; firme cómodo.
  • Mejor momento: mañana temprano en verano; atardeceres de colores en días despejados.

Playa de Mexota (Tapia de Casariego)

Arenal dividido por un espolón rocoso que crea dos ambientes. Arena fina, aguas limpias y cierto aislamiento fuera de la temporada alta.

  • Por qué te encantará: paisaje icónico, aguas turquesa con sol y buena luz para fotografía.
  • Acceso: descenso por escaleras desde el alto del acantilado. No hay servicios; lleva agua y protección solar.
  • Normas y usos: presencia habitual de nudismo en algunos sectores; respeta la convivencia.

Serín (Gijón)

Pequeña cala al oeste de Gijón, escondida entre prados y taludes, que se mantiene tranquila incluso con buen tiempo.

  • Por qué te encantará: proximidad a la ciudad con sensación de refugio.
  • Acceso: caminata corta con desnivel. Aparcamiento escaso; mejor entre semana.
  • Consejo: consulta mareas; el arenal se reduce mucho con pleamar.

Calas de Moniello (Gozón, cerca de Luanco)

Conjunto de pequeñas pozas naturales y calas rocosas que regalan baños protegidos en días de mar tranquilo.

  • Por qué te encantarán: ambiente local, rincones para estar a tu aire y vistas al Cabo Peñas.
  • Acceso: senderos cortos desde las zonas de aparcamiento; terreno irregular.
  • Seguridad: usa escarpines si planeas explorar las rocas; cuidado con resbalones.

Acantilados y miradores con encanto

Cabo Vidio (Cudillero)

Uno de los grandes balcones del Cantábrico. Los acantilados verticales y las cuevas marinas te permiten sentir la inmensidad del mar sin masificaciones si te alejas de la zona más concurrida.

  • Recomendación: recorre el borde por los senderos señalizados y evita acercarte al filo. Atardeceres memorables.

Cabo Busto (Valdés)

Un tramo de costa alto y abierto, con sendero circular entre prados, faros y vistas panorámicas. Ideal para combinar con visitas a calas cercanas.

  • Recomendación: lleva corta-vientos; el aire puede soplar con fuerza incluso en verano.

Mirador de La Boriza (Llanes)

Mirador que enmarca las playas de Ballota y Andrín con un golpe de vista perfecto. Llega temprano para disfrutarlo casi en solitario.

Bufones y costa kárstica (Pría y entorno)

En días de mar fuerte, los bufones expulsan aire y agua a presión a través de grietas en la roca. Es un espectáculo natural único, para contemplar siempre a distancia segura.

Consejos prácticos para disfrutar sin multitudes

  • Temporada y horarios: mayo, junio, septiembre y octubre son meses ideales. En verano, llega antes de las 10:00 o al atardecer.
  • Transporte: el FEVE y las líneas de autobús acercan a muchos pueblos costeros. Caminar desde las estaciones añade encanto y reduce el impacto.
  • Aparcamiento: respeta fincas privadas y señalización de acceso restringido. Las multas son habituales en zonas saturadas.
  • Equipo: mochila ligera, agua, comida, gorra, crema solar, chubasquero fino y bolsa para tus residuos. Escarpines para calas rocosas.
  • Fauna y flora: no pises dunas ni arranques plantas. Si ves nidos o carteles de protección, mantén distancia.
  • Perros: consulta normativa municipal; varía según el concejo y la época del año.

Rutas costeras para combinar con baño

Además de ir directo a una cala, puedes recorrer tramos de sendas litorales y enlazar miradores y playas:

  • Senda Costera de Llanes: conecta bufones, prados y calas como La Canal, Buelna o Guadamía. Ideal para ir explorando y elegir tu rincón.
  • Senda del Cabo Busto: circuito sencillo con vistas constantes al acantilado, perfecto para una tarde con paradas fotográficas.
  • Senda Norte (tramos occidentales): variedad de paisajes entre acantilados, playas de cantos y bosques, con derivaciones a Gueirúa, Barayo o Cambaredo.

Guía rápida de mareas, seguridad y fotografía

  • Mareas: consulta la tabla el día anterior y el mismo día. Para calas pequeñas, marea baja es lo ideal; con pleamar, planifica miradores.
  • Oleaje: si ves espuma y resaca fuerte, evita el baño. Nunca te sitúes en rocas expuestas a olas traicioneras.
  • Fotografía: las primeras y últimas luces realzan verdes y pizarras. Lleva trípode ligero y filtros si te gustan exposiciones largas.
  • Silencio y respeto: el mayor lujo de estas playas es la calma. Habla en voz baja y evita música alta para no romper la magia.