Islas secretas de Grecia poco turísticas que debes conocer

Islas secretas de Grecia poco turísticas que debes conocer

¿Buscas islas griegas tranquilas y poco turísticas donde disfrutar del mar sin aglomeraciones? Más allá de los clásicos como Santorini o Mykonos, Grecia guarda un puñado de islas discretas, auténticas y con playas transparentes donde aún se escucha el rumor del viento, el tintinear de los mástiles y el ritmo pausado de la vida isleña. Si dudas sobre cuáles elegir, cómo llegar o cuál es la mejor época, aquí encontrarás una guía clara y práctica para planificar tu escapada perfecta.

En esta selección reunimos islas de las Cícladas, el Dodecaneso, las Espóradas y el Egeo norte. Todas comparten tres cosas: naturaleza intacta, ambiente sereno y calas de agua turquesa. Sigue leyendo para descubrir cómo aprovecharlas al máximo sin prisas ni multitudes.

Islas secretas y tranquilas en las Cícladas

Iraklia (Pequeñas Cícladas)

Por qué ir: La más silenciosa de las Pequeñas Cícladas, con senderos señalizados y un puerto diminuto, Agios Georgios, que marca el ritmo del día a día.

Cómo llegar: Conexión frecuente en verano desde Naxos y Amorgos en el ferry local (como el Express Skopelitis). También hay servicios desde otras islas cercanas y, de forma menos frecuente, desde El Pireo con transbordadores mayores.

Playas: Livadi, de arena dorada y aguas poco profundas; y Alimia, cala rocosa con snorkel excelente. Lleva agua y sombra propia.

Planes tranquilos: Caminata al pico Papas para vistas del archipiélago y cena lenta frente al puerto.

Mejor época: Mayo-junio y septiembre para evitar el meltemi más intenso y el calor.

Schinoussa (Pequeñas Cícladas)

Por qué ir: 18 calas accesibles a pie, un puñado de alojamientos familiares y una chora mínima donde el tiempo se diluye.

Cómo llegar: Desde Naxos y Amorgos en ferry local; conexiones puntuales con otras Cícladas. Transbordadores desde El Pireo operan algunos días en temporada.

Playas: Tsigouri y Livadi son amplias y de arena; Psili Ammos enamora por sus tonos esmeralda.

Consejo: Al atardecer, recorre el sendero de Chora a Tsigouri para una luz de postal.

Donoussa (Pequeñas Cícladas)

Por qué ir: Más salvaje, con pocas carreteras y una bahía principal, Stavros, que concentra bistrós y vida local.

Cómo llegar: Ferries locales desde Naxos y Amorgos; servicios de larga distancia algunos días desde El Pireo.

Playas: Kedros, gran arco de arena con aguas claras y snorkel frente a un pecio; Livadi, más apartada, ideal para quienes buscan silencio.

Mejor época: Septiembre ofrece mar cálido, menos viento y tabernas aún abiertas.

Sikinos

Por qué ir: Entre Ios y Folegandros, pero sin su fama. Paredes encaladas, terrazas agrícolas y el fascinante monumento de Episkopi, antiguo mausoleo romano convertido en iglesia.

Cómo llegar: Ferries desde Santorini, Ios y Folegandros; también conexiones desde Naxos y El Pireo (menos frecuentes).

Playas: Alopronia, junto al puerto, es práctica; Agios Georgios, más tranquila, luce aguas azul profundo.

Plan lento: Vino local al atardecer en el Kastro y paseo por iglesias con vistas.

Kimolos

Por qué ir: La cara tranquila de Milos. Geología caprichosa, cuevas, calas transparentes y un pueblo, Chorio, que mantiene el carácter ciclado.

Cómo llegar: Barco local desde Pollonia (Milos) en unos 25 minutos; también ferries desde El Pireo con menor frecuencia.

Playas: Prassa, de arena blanca y agua turquesa; Aliki y Bonatsa para días sin viento; Mavrospilia para puestas de sol doradas.

Consejo: Alquilar una barca con patrón local permite alcanzar calas inaccesibles por carretera.

Anafi

Por qué ir: A la sombra de Santorini, pero sin su bullicio. Un perfil montañoso, playas largas y un monasterio encaramado en el extremo oriental.

Cómo llegar: Ferries desde Santorini (aprox. 1–2 h) y desde El Pireo (servicios nocturnos menos frecuentes). Conviene revisar horarios con antelación.

Playas: Roukounas, una de las más extensas y naturales; Klisidi, resguardada y perfecta para pasar el día.

Imprescindible: Caminata al monasterio de Panagia Kalamiotissa para vistas inmensas del Egeo.

Dodecaneso sin multitudes

Tilos

Por qué ir: Isla pionera en sostenibilidad y energía renovable, con rutas de senderismo y calas silenciosas.

Cómo llegar: Ferries desde Rodas (2–3 h) y Kos (1,5–2 h) según temporada.

Playas: Eristos, gran playa salvaje de arena; Agios Antonios para un baño en aguas calmas.

Plan tranquilo: Subir a Megalo Chorio y visitar el pequeño museo local; avistamiento de aves en temporada migratoria.

Chalki (Halki)

Por qué ir: Un puerto elegante, Nimporio, con fachadas neoclásicas y pocos coches. Ambiente de otra época.

Cómo llegar: Barcos desde el puerto de Kamiros Skala en Rodas (aprox. 1–1,5 h) y conexiones desde Rodas ciudad en ciertos días.

Playas: Pondamos y Ftenagia, accesibles a pie desde el pueblo, con fondos perfectos para nadar.

Consejo: Madruga para caminar entre ruinas del antiguo Chorio y contemplar el mar desde la fortaleza.

Lipsi

Por qué ir: Serenidad absoluta, tabernas a pie de muelle y calas color aguamarina.

Cómo llegar: Ferries desde Patmos y Leros; conexiones con Rodas y El Pireo en rutas de mayor recorrido varios días por semana.

Playas: Platis Gialos, amplia y de arena clara; Katsadia y Tourkomnima para combinar baño y siesta.

Plan tranquilo: Paseo vespertino por la bahía principal y cena de pescado del día.

Nisyros

Por qué ir: Un volcán activo con cráteres humeantes, pueblos blancos y un ritmo rural encantador.

Cómo llegar: Ferries desde Kos y Rodas; servicios menos frecuentes desde El Pireo.

Playas: Pachia Ammos, amplia y salvaje; Lies, más tranquila. Zapatos de agua recomendables en zonas de roca.

Imprescindible: Bajada al cráter de Stefanos; visita a Nikia, pueblo encaramado con plaza panorámica.

Kastellorizo (Megisti)

Por qué ir: La isla más oriental de Grecia, diminuta y colorida, famosa por su Cueva Azul y su puerto de postal.

Cómo llegar: Ferries desde Rodas (2–3 h) y vuelos cortos desde Rodas al aeródromo local (sujeto a disponibilidad y temporada).

Playas: Predominan plataformas rocosas para zambullirse en aguas ultratransparentes; excursión en barca a la Cueva Azul para nadar en un azul eléctrico.

Consejo: Lleva gafas de snorkel: la visibilidad submarina es magnífica.

Espóradas y Egeo Norte con sabor auténtico

Alonissos (Espóradas)

Por qué ir: Verde, fragante y parte del Parque Marino Nacional, hábitat de la foca monje del Mediterráneo.

Cómo llegar: Ferries desde Volos y Mantoudi (Eubea), con escalas en Skiathos/Skopelos; conexiones en hidrofoil en temporada.

Playas: Agios Dimitrios, en forma de flecha; Kokkinokastro, con tonos rojizos; Leftos Gialos, de azul intenso.

Plan tranquilo: Ruta en barco por el parque marino y paseo por la antigua Chora al atardecer.

Samothraki

Por qué ir: Montañosa y mística, con cascadas, pozas naturales y playas casi vacías incluso en verano.

Cómo llegar: Ferry desde Alexandroupoli (Tracia) en unas 2 horas. No tiene aeropuerto.

Playas y naturaleza: Pachia Ammos, una rareza de arena en el norte del Egeo; Garganta de Fonias y Gria Vathra para bañarse en pozas de agua dulce bajo bosques.

Consejo: Calzado de senderismo y repelente: te abrirán más puertas que unas chanclas.

Lemnos (Limnos)

Por qué ir: Gran desconocida, con largas playas doradas, pueblos tranquilos y dunas en Gomati que parecen un pequeño desierto.

Cómo llegar: Vuelos desde Atenas y Salónica; ferries desde Kavala y, en ciertos días, desde El Pireo.

Playas: Keros, ideal para windsurf y kitesurf; Thanos, amplia y familiar; Plati, resguardada.

Plan tranquilo: Atardecer en el castillo veneciano de Myrina con vistas al mar Egeo.

Cuándo ir y cómo evitar el viento y las aglomeraciones

Mejor época: De mayo a mediados de junio y de principios de septiembre a mediados de octubre. El mar está agradable, los precios moderados y los caminos tranquilos. En julio y agosto, el meltemi (viento del norte) sopla con fuerza en las Cícladas; el Dodecaneso suele ser algo más benigno, pero sigue siendo alta temporada.

Evitar multitudes: Viaja entre semana, reserva primeras o últimas salidas del día y prioriza calas accesibles a pie. Al amanecer y a última hora, incluso las playas populares se vacían.

Cómo llegar y moverte entre islas

Puertos de acceso principal: El Pireo (Atenas) para la mayoría de Cícladas y algunas del Dodecaneso; Rafina y Lavrio tienen conexiones útiles a ciertas islas. En el norte, Volos y Mantoudi son clave para las Espóradas; Alexandroupoli conecta con Samothraki; Kavala con Lemnos.

  • Transbordadores: Consulta horarios y compra billetes con antelación en temporada alta. Plataformas como Ferryhopper o Web de la naviera te ayudan a comparar rutas.
  • Vuelos internos: Algunas islas remotas (p. ej., Lemnos, Kastellorizo vía Rodas) tienen vuelos domésticos limitados. Revisa equipaje y frecuencias.
  • Alquiler local: Coche pequeño o moto para explorar; en islas mínimas, moverse a pie o en taxi-barca es parte del encanto.
  • Taxi-bote: En Kimolos, Alonissos o Nisyros, las barcas locales alcanzan calas sin carretera. Lleva efectivo y confirma horarios de vuelta.

Playas, senderos y planes serenos

Playas imprescindibles por isla:

  • Iraklia: Livadi (arena), Alimia (snorkel).
  • Schinoussa: Psili Ammos, Tsigouri.
  • Donoussa: Kedros, Livadi.
  • Sikinos: Agios Georgios, Alopronia.
  • Kimolos: Prassa, Mavrospilia, Aliki.
  • Anafi: Roukounas, Klisidi.
  • Tilos: Eristos, Agios Antonios.
  • Chalki: Pondamos, Ftenagia.
  • Lipsi: Platis Gialos, Katsadia.
  • Nisyros: Pachia Ammos, Lies.
  • Kastellorizo: Plataformas rocosas y Cueva Azul.
  • Alonissos: Agios Dimitrios, Kokkinokastro.
  • Samothraki: Pachia Ammos, pozas de Fonias.
  • Lemnos: Keros, Thanos.

Senderismo y miradores: En Anafi, el ascenso a Kalamiotissa; en Sikinos, ruta a Episkopi; en Tilos y Alonissos, caminos costeros señalizados; en Samothraki, gargantas y cascadas. Lleva calzado adecuado, agua y protección solar.

Dónde dormir y comer sin prisas

Alojamiento: Prioriza casas de huéspedes familiares y estudios con cocina. En islas muy pequeñas (Iraklia, Schinoussa, Donoussa) conviene reservar con antelación para septiembre también.

Comer bien: Tabernas junto al puerto o en la chora suelen ofrecer pescado del día, horiatiki (ensalada griega), favas, queso local y platos al horno. Prueba la ladopita en Alonissos, el queso mizithra en Kimolos y miel en Lipsi.

Etiqueta local: Ritmo lento y trato cercano. Un “efcharistó” (gracias) abre sonrisas; si te sirven raki o sobremesa cortesía de la casa, acéptala sin prisa.

Consejos prácticos para un viaje sin contratiempos

  • Viento y sombra: En días de meltemi, busca calas orientadas al sur o al oeste. Lleva sombrilla ligera: muchas playas no tienen servicios.
  • Efectivo y cajeros: En islas pequeñas los cajeros son escasos o inexistentes; retira efectivo antes de embarcar.
  • Agua y residuos: Lleva botella reutilizable y bolsas para tus residuos. Algunas islas tienen agua desalada no siempre potable; verifica en tu alojamiento.
  • Seguro y salud: Botiquín básico, protección solar alta y seguro de viaje. La asistencia sanitaria puede requerir traslado a islas mayores.
  • Respeto ambiental: No pises dunas ni arranques posidonia. Si haces snorkel, observa sin tocar.
  • Conducción: Carreteras estrechas y sin arcén; conduce con calma y evita la noche si no es imprescindible.

Itinerarios sugeridos sin aglomeraciones

Pequeñas Cícladas en 7–9 días: Base en Naxos para enlaces. 2 noches en Iraklia, 2 en Schinoussa, 3 en Donoussa. Playas a pie, cenas frente al puerto y ferry local entre islas.

Dodecaneso tranquilo en 8–10 días: Vuela a Rodas y enlaza en ferry: 3 noches en Chalki (calas a pie), 3 en Tilos (senderismo y Eristos), 2 en Lipsi (bahías de postal). Añade Nisyros si dispones de un día extra.

Norte del Egeo y Espóradas en 9–11 días: Volos–Alonissos (3–4 noches, parque marino), ferry a Lemnos (4 noches, dunas de Gomati, playas de Keros) y, si te atraen las cascadas, final en Samothraki (2–3 noches) vía Alexandroupoli.

Con esta selección de islas secretas de Grecia tendrás mar cristalino, horizontes limpios y la serenidad que solo ofrecen los lugares poco turísticos. Planifica con tiempo, viaja ligero y deja que el Egeo marque el compás.